Texto original: Buenaventura Buendía Banegas, investigador de Ojós.
El reciente hallazgo, comentado en una entrada de este mismo blog, en los archivos parroquiales de Esquivias (Toledo), por el cervantista Sabino de Diego de la que parece ser el acta de bautismo de Sancho Panza, ha puesto de nuevo de actualidad al morisco Ricote, inmortalizado por Miguel de Cervantes, y el origen de este apellido.
Aunque Sabino de Diego afirme que el apellido Ricote ni siquiera se ha encontrado en la localidad de Ricote, ya Govert Westerveld, cronista oficial de Blanca, hace años documentaba, entre los años 1511 y 1519, la existencia de personas apellidadas Ricote en pueblos del antiguo Reino de Granada, como Baza, Caniles y Cúllar, mostrando su convencimiento del origen valricotí del linaje.
Algezares, Murcia.
Probablemente, algunos de estos granadinos llegaron después de las incursiones en territorio murciano de 1451 y 1477 ordenadas por los reyes de Granada. A pesar de que la reina Isabel atendió la solicitud de volver al Valle de Ricote de los desplazados como consecuencia de la última de las incursiones citadas, no es sino hasta el 31 de diciembre de 1581 cuando se puede documentar la llegada a Murcia de alguien con este apellido.
Ese día Francisco Ricote y Juana García, cristianos nuevos de los del reino de Granada, llevaron a bautizar a su hijo Francisco a la parroquia de Nuestra Señora de Loreto de Algezares, interviniendo como oficiante Diego de Vinuesa y como compadres Alonso de Quero, alguacil mayor del campo de la ciudad de Murcia y Francisca Alonso, su mujer.
Acta de Bautismo de Francisco Ricote, hijo de Francisco Ricote, en 31 de Diciembre de 1581.
No cabe duda de que la llegada de este matrimonio a Algezares es consecuencia de las reiteradas solicitudes del concejo de Murcia para contratar temporeros “granadinos”, entre los dispersados después de la expulsión ordenada tras la guerra de las Alpujarras, para trabajar en la recogida de la hoja de la morera y la cría del gusano de seda.
Es mas que probable que este Francisco Ricote esté emparentado con el Bernardino Ricote el cual, recién llegado a Esquivias, bautiza a su hija María en noviembre de 1573. La desconfianza y la inquietud de las autoridades eclesiásticas murcianas ante la llegada de los “granadinos”, de los que dudaban se una sincera conversión, dieron lugar a una ordenanzas dirigidas por el obispo a sus párrocos a fin de que investigaran si los recién llegados y sus hijos habían cumplido con los sacramentos del bautismo y del matrimonio, por lo que es probable que este primer hijo bautizado lo fuera cautelarmente.
La comparecencia como compadres, padrinos o testigos de personas con relevancia social (cargos públicos, clérigos, “Dones” y “Doñas”), probablemente sus empleadores, en la administración de los sacramentos a los “granadinos” y a sus descendientes es una constante que se puede comprobar fácilmente en los libros de las parroquias de la ciudad de Murcia y su entorno más próximo, donde aparecen señalados con distintos calificativos para dejar constancia de su condición de conversos procedentes del Reino de Granada, en especial en el matrimonio y en el bautizo del primer hijo. En el caso de la familia Ricote-García así fue, ya que sus hijos Andrés e Isabel, bautizados por el mismo sacerdote, Diego de Vinuesa, en 1585 y 1588, respectivamente, se libran del estigma.