Gerónimo Manxón, Gerónimo fustero y Tomás Amema, el caso de las siete muertes de Alba de Tormes

EL CASO DE LAS SIETE MUERTES DE ALBA DE TORMES.

Por Enrique Pérez Cañamares
Agosto de 2013.


En el Archivo de la Corona de Aragón, legajos,0082, se encuentran tres documentos  relativos a un  trágico suceso acaecido el Día de Santiago de 1592 en la aldea de San Vicente, jurisdicción de Alba de Tormes, donde se  involucra a un grupo de moriscos. El primer documento es la relación de los hechos de la que sobreviene una imputación y seguimiento de la justicia a tres de los moriscos naturales de Almonacid de la Sierra en Zaragoza. Ellos son  los arrieros y asesinos de los otros siete, sus pasajeros y víctimas. Este es el documento principal, escrito con una notoria claridad en la exposición de los hechos y en las actuaciones judiciales posteriores.

Por la claridad del relato que hace el fiscal, hemos preferido que antes de entrar en otras consideraciones se conozcan por el lector los detalles del suceso.

RELACION DEL CASO DEL NEGOCIO DE LAS 7 MUERTES DE ALBA

En 28 de Julio próximo pasado (de 1592) de este año, Pedro Bárez pastor vecino del lugar de San Vicente , jurisdicción de la Villa de Alba, salió con su ganado a un prado cerca del dicho lugar y los perros que llevaba se desbocaron y en un arenal que estaba allí cerca y junto a un arroyo comenzaron a escarbar y llegose a ver lo que era y vio que salían por el arenal dos brazos de persona demostrando estar sepultados algunos cuerpos difuntos y dio noticia y el Doctor Alonso Urrea Minaya alcalde Mayor de  la dicha Villa de Alba, hizo cavar a donde estaban los brazos y en dos hoyos se hallaron siete personas muertas desnudas en carnes muy maltratadas y desfiguradas. Las cabezas quebradas y abolladas y algunos los sesos fuera y eran dos hombres y dos mujeres y una doncellita de hasta nueve años y dos niños. El uno de teta y el otro de ocho años. Cerca de estos difuntos se hallaron unos cantos llenos de sangre y un azadón y un cuchillo como de arrieros y unas alforjas con una campanilla de plata y otras menudencias de criatura y una olla con comida de moriscos y una de las dichas mujeres, tenía un cabezón de pechos postiza donde se hallaron cosidas entre lienzo y lienzo tres anus deys de oro y nueve doblones de a ocho cada una y una crucecilla de plata también se halló una cedulilla de registro de cierta seda que parecía había registrado un faman de Ävila en la ciudad de Mérida , a 18 de Julio de dicho mes y año. Hecha averiguación del cuerpo del delito y como se habían hallado las demás cosas se llevaron los difuntos a la villa de Alba, donde les tuvieron en la Plaza Publica y no les reconoció persona alguna, el dicho Alcalde Mayor hizo otras diligencias y tomo alguna luz de cómo venían con ciertos arrieros. Con esto acudió al Consejo y habiendo dado cuenta del caso suplicó se le diese comisión para proceder en él y visto la gravedad y atrocidad se acometió la averiguación y castigo al Licenciado Don Gonzalo Pérez de Valenzuela, alcalde la Chancillería de Medina del Campo, el cual tomó todas las informaciones que estaban hechas y todos los recaudos y fue por su persona a la Villa de Alba y dicho lugar de San Vicente y del sitio donde se hallaron los dichos difuntos y a otros muchos lugares de aquella comarca y vino a esta ciudad de Valladolid y porque a un tiempo se hiciesen todas las diligencias necesarias, despachó ministros a otras partes de manera que se hicieron averiguaciones en los lugares referidos y en la ciudad de Sevilla, Trujillo, Guadalupe, Çafra, Plasencia y otros lugares de sus comarcas y en la villa de Pastrana y Madrid. de lo Uno y del Otro resultó que los difuntos fueron un Alonso de Balxinia e Isabel Castellanos, su mujer y sus hijos e Isabel Hernández, su criada todos moriscos, vecinos de la dicha ciudad de Trujillo y Damián de Ávila, también morisco vecino de la dicha villa de Pastrana y que los matadores se tiene por cierto habían sido un Gerónimo Fustero, y Gerónimo Manxón y Tomas Amema ansí mismo moriscos naturales del Reyno de Aragón vecinos del lugar de Almonacid, cuyas señas declaran los testigos de estos. Se averiguó que salieron con esta gente de la ciudad de Trujillo víspera de la Magdalena 22 de dicho mes de Julio, trayéndolos en su recua en sus jornadas ordinarias, hasta que el día de Santiago en adelante llegaron al lugar de la Maya que es a 4 leguas antes de la dicha villa de Alba al amanecer, allí sestearon y salieron sobre tarde tomando el camino Real que viene de esta Ciudad de Valladolid y aquella noche se entiende los mataron y robaron en razón de este delito y procurar prender a estos delincuentes se hicieron estas diligencias y no pudieron ser habidos porque los dichos difuntos estuvieron enterrados sin saberse nada cinco días y en este tiempo se pasaron Aragón.

El Alcalde dio cuenta al Consejo dióse la requisitoria para que enviase prenderlos la cual presentó en Consejo de Aragón y dieron sobre carta en forma con lo cual y los demás recaudos necesarios envió personas de mucha confianza y diligencia que habiéndola hecho tan buena que habían dado con los dichos delincuentes presentando los papeles en Zaragoza ante el Virrey y Regente, Vistos en los Consejos Real Civil y Criminal de aquel Reino responden que no a lugar a cumplirse ni que se prendan ni saquen de los dichos Reinos por decir que los naturales de ellos no se pueden sacar ni traer de estos. Conforme a un fuero hecho en las Cortes de Tarazona el años de 1592 y que allá han de ser convenidos y castigados y finalmente impidieron a los alguaciles el hacer diligencia ninguna y volviéronse sin hacer nada y los delincuente se quedan libres en el dicho Reino. En este negocio no se queda Alcalde que haga Justicia, será necesario ver estos fueros y sobre lo que disponen, se podrá ver lo que conviene hacer.

Hasta aquí el relato. El caso de las siete muertes de Alba de Tormes, merece un análisis detallado pues,  en la transcripción de los escuetos documentos que componen el atestado y la causa judicial , encontraremos algo mas que un terrible suceso ocasional en el que asesinos y víctimas pertenecen al pueblo morisco.

Estos son los actores de este drama. Los asesinos, Gerónimo Fustero, Gerónimo Manxon y Tomás Amema, son arrieros moriscos aragoneses de Almonacid de la Sierra. Las víctimas, sus pasajeros. Alonso de Balxinia, Isabel Castellanos, sus tres hijos e Isabel Hernández su criada, mas Damián de Ávila, morisco de Pastrana. Sobre el suceso podemos escudriñar un pedazo del mundo complejo de los arrieros moriscos.

Se ha escrito mucho y por numerosos autores acerca de la dedicación de una gran parte de los moriscos a los trabajos relacionados con el transporte de mercancías (1). En las áreas mas diversas de la Geografía morisca peninsular encontramos moriscos arrieros, trajineros, buhoneros, recoveros, muleteros, términos todos que sirven para denominar una misma o similar  actividad económica de vital importancia en la época.(2). Básicamente el comercio interior ( y aun el exterior que no se desarrollaba por vía marítima), dependía de la pericia en la conducción de las recuas de mulas tanto como de la eficacia y rapidez de los movimientos por sendas y veredas (trochas  de mulas), de estos auténticos expertos de los caminos.

La profesión de arriero entre los moriscos, se vio favorecida por causas diversas. En primer lugar las disposiciones que restringían el acceso de los nuevos convertidos a la propiedad de las tierras(3), lo que obligaba a un grupo importante de las poblaciones moriscas a practicar trabajos de aparcería, cría de ganado y a la propia trajinería. En segundo lugar los moriscos gozaban de una merecida fama de expertos criadores de ganado equino y de albéitares (4), lo que derivaba en una dedicación habitual a la cría y trata de mulas y caballos, vinculada por ello estrechamente con la arriería y el comercio. En tercer lugar esa actividad parecía especialmente diseñada para trabajadores especialmente duros y austeros, fama de la que gozaban los moriscos incluso entre sus mas agresivos detractores.

Pero junto a estos condicionantes, aun existen otros hechos que explican la extensión de la profesión y el éxito que tuvieron los cristianos nuevos en ella (5).La red de contactos entre los moriscos de distintas comunidades, se revela en toda su complejidad a medida que se suceden los trabajos y estudios locales sobre la minoría hispano-musulmana. Los componentes de esta red eran los tenderos moriscos, otra actividad que empezaron a monopolizar a medida que se asentaban por ambas Castillas, Extremadura y Andalucía los granadinos deportados. (6). Tenderos y arrieros moriscos estaban  simbióticamente unidos, pues el éxito de las tiendas de los moriscos diseminadas por innumerables lugares y lugarejos de la Geografía Peninsular (7) residía en que los artículos de venta  que faltaban  o eran escasos en  las tierras de residencia eran suministrados por recuas que provenían de áreas muy lejanas.

Esa simbiosis se alimentaba por la existencia innegable de una solidaridad étnica, que impelía a establecer las relaciones comerciales entre correligionarios y parientes, preferiblemente  a los comerciantes cristiano viejos .

La red de contactos se extendía también a los mesones. Mesoneros eran también numerosos moriscos que situaban sus ventas de camino en las zonas de parada y descanso de las recuas.(8). Era natural que los trajineros y arrieros conversos prefirieran contar con la complicidad de los mesoneros, especialmente cuando esas paradas se aprovechaban para poder hablar mas o menos libremente en algarabía, o realizar abluciones y rezos, que con otros testigos  menos cómplices llevarían inexorablemente al muletero ante  la Inquisición.(9)

Pero el trípode comercial de mesoneros, venteros y arrieros no se queda solamente en el ámbito económico. La movilidad de los moriscos por toda la Geografía Peninsular sirvió a una causa menos tratada  y cada vez mas conocida por los investigadores. Nos referimos a la clandestinidad.

Que los moriscos desplegaron una importante actividad clandestina está hoy fuera de toda duda. Esa organización clandestina sirvió  a las comunidades moriscas para mantener su identidad musulmana expresada en aquellas localidades y áreas en las que convivía con una población cristiana mayoritaria (caso de los moriscos viejos castellanos , navarros o andaluces, y también después , de los numerosos granadinos deportados a Castilla).Por la misma razón, la clandestinidad fue de vital importancia para la relación entre las comunidades moriscas de las distintas regiones.

Tomas Amema y sus cómplices, recorren en apenas una semana mas de setecientos Kilómetros, desde Aragón a Guadalajara, pasando por Madrid, Toledo, Extremadura, Salamanca y vía Valladolid, vuelta a su Almonacid de origen.(10),lo que muestra la eficacia del otro factor necesario para estas redes clandestinas: la movilidad.

Sin esa movilidad proporcionada por los arrieros, las comunicaciones, esenciales en una organización clandestina que se tenga por tal, no habrían existido, de forma que movilidad y clandestinidad, unidas a las redes de solidaridad étnica en el comercio, constituyeron a nuestro juicio la parte esencial de la política de resistencia  a la estrategia de  asimilación forzada  adoptada por la Monarquía y la Iglesia Católica.

El de nuestros protagonistas del Crimen de Alba de Tormes, no es sino un caso común. Los arrieros moriscos aragoneses llevaban y traían noticias, libros prohibidos, contactos y aun fugitivos entre áreas moriscas  aparentemente tan desconectadas como Valencia y Navarra.(11). Constituían sociedades comerciales compuestas por moriscos los cuales en principio no tenían la menor relación parental o de paisanaje (12).La Inquisición penetró en ocasiones, destruyéndolas, en las redes de estas organizaciones, aunque es de suponer que los casos que han llegado hasta nosotros, solo son la punta del iceberg de la profundidad de esta auténtica red organizativa.

El Crimen de Alba, nos proporciona alguna información de los hábitos de los arrieros moriscos. La composición de la recua no está reflejada en los documentos del Alcalde Valenzuela, pero al menos nuestros protagonistas debían llevar una docena de animales, puesto que a los tres arrieros hay que unir  las víctimas son siete, de ellas dos mujeres y tres niños, que difícilmente podían hacer ese camino a pié. De forma que entre los animales que portaban personas, los propios de los arrieros y los animales que cargaban con las provisiones de viaje ,alimentos, mantas y utillaje se trataba de un grupo nutrido, que no pasaba desapercibido a los lugareños.(13).

Amema y los otros dos arrieros, debieron descargar sus mercancías al menos parte de ellas hasta llegar a Trujillo, pues es allí donde cubren las plazas de porteo de las mulas que han descargado, con los pasajeros, el morisco Alonso de Balxinia ,su mujer Isabel Castellano, la criada de la familia y sus tres hijos. Contratan con ellos el viaje hasta Valladolid, incluyendo a Damián de Ávila el otro infortunado morisco de Pastrana que llevaba su misma dirección.

Esta práctica de aprovechar viajes de vacío para llevar pasajeros, debió ser común en las recuas de trajineros, y una manera de completar ingresos. También muy común resultaría el hecho de que los pasajeros moriscos, prefirieran viajar con recuas de correligionarios, por las mismas razones obvias que citábamos antes, aunque como muestra el relato, la elección en este caso resultó fatal para la familia trujillana y para Damián de Ávila.

Quizá parte del horror que le produce el crimen al Doctor Urrea Minaya, alcalde Mayor de Alba de Tormes, no solo se produzca por la presencia de tres niños entre las víctimas, ni tampoco solo por el salvajismo y la premeditación que se intuyen ,sino por el hecho mismo de que precisamente los encargados de velar por sus pasajeros, ( los recueros), sean precisamente sus asesinos.


Lugar del crimen: Arenal del río junto a San Vicente,aldea de Alba de Tormes.

Otro asunto sobre el que aporta alguna información interesante el documento del Alcalde Mayor de Alba, es sobre la duración de las jornadas que solían hacer los muleteros. Sabemos por los informes de Valenzuela que la recua sale de Trujillo el día 22 de Julio y llega a La Maya, lugar situado a  cuatro leguas, (unos veinticuatro Kilómetros) de Alba de Tormes. Llegan de madrugada, lo que indica que han viajado una parte del camino de noche.

En total han cubierto unos 170 Kms, que miden aproximadamente  el camino que va desde Trujillo a La Maya, en tres jornadas los días  22, 23 y 24 de Julio, lo que nos proporciona la cifra de unos 60 Kms por jornada. Son jornadas duras, pues tengamos en cuenta que viajan niños, y  que el viaje se lleva a cabo en plena canícula, soportando las temperaturas extremas de Extremadura y de Castilla para esas fechas. De ahí que según el relato, se aprovechen las horas de madrugada y tarde/noche para hacer camino, mientras que en las horas de sol mas duro “sestean”. (14)

A una velocidad de 5Kms la hora de promedio las jornadas de camino no debieron de durar menos de 10/11 horas, excepción hecha del último tramo de viaje, el efectuado durante el día 25, (Día de Santiago, remacha el alcalde), en el que sestean hasta primera hora de la tarde para continuar marcha  efectuando parada nocturna en San Vicente, lugarejo de la jurisdicción de Alba de Tormes. Esta última jornada del 25 de Julio curiosamente  es de apenas 33 Kms. Y concluye con el crimen que no se descubrirá hasta el día 28.

La recua no debió atravesar Alba de Tormes, pues el Alcalde hace exponer los cadáveres en la Plaza  del pueblo, sin que nadie reconozca a los difuntos, lo que no habría sucedido si un grupo de 10 personas y al menos una docena de mulas hubiera atravesado el pueblo. También aquí detectamos una práctica que  debió ser común:  la de evitar los núcleos de población cristiano vieja, donde comisarios, alcaldes y familiares de la Inquisición no eran indiferentes ante los grupos de moriscos viajeros.

Por último el documento nos ilustra sobre dos aspectos de interés. El primero se desprende de la dificultad de la Justicia de  Castilla, personificada en el Fiscal de la Chancillería de Medina del Campo, para lograr detener a los asesinos, pese a que envía personas de su confianza a Aragón con este objeto. Finalmente resulta imposible. Los Fueros impiden cualquier extradición de aragoneses a Castilla, cualesquiera que sean los cargos de la Justicia contra ellos y pese a que en este caso Valenzuela actúa ante los Consejos Civil y criminal de Aragón por Comisión del propio Monarca  (Comisión de VM despachada en su real Consejo).

Finalmente tendrá que ser el Duque de Lerma el que dará la orden de que se prenda a los tres arrieros y  “cuando no se pueda (remitirlos a Castilla), se castiguen ejemplarmente en Aragón”. Pero esto será ya nada menos que en 1602. Diez años mas tarde de los sucesos.

Todo esto nos lleva a concluir que los moriscos, en este caso los aragoneses conocían muy bien las leyes a las que podían acogerse para evitar los castigos civiles o eclesiásticos a sus delitos.

En otro orden de cosas sorprende la perseverancia judicial de Valenzuela, el fiscal que durante diez años mantiene la causa viva. No parece que por especial inquina al origen morisco de los asesinos, ya que las víctimas también lo eran, sino quizás  por el impacto que produjeron en él mismo y en la comarca  las circunstancias del crimen y las características de las victimas.

Hemos localizado con bastante aproximación el escenario del crimen. Hoy los cultivos han cubierto el arenal, pero puede verse el arroyo y la explanada inmediata a él, donde el pastor desveló los restos. No sabremos que desencadenó el terrible suceso porque no parece lógico pensar que si el plan de los arrieros de matar y robar a sus pasajeros fuera anterior y premeditado, hubieran elegido un lugar cercano a una población y enterrado los cuerpos de manera, que cualquier vecino  los hubiera descubierto a las pocas horas o días, como así sucedió, comprometiendo su huida a Aragón.

LOS OTROS DOCUMENT0S

El Licenciado Gil Ramírez de Arellano, fiscal de V.M. dize que el Licenciado Gonzalo Pérez de Valenzuela uno de los alcaldes que residen en la Chancillería de Medina del Campo ha procedido y procede por Comisión de VM despachada en su Real Consejo contra Hierónimo Fustero y Hierónimo Manxon y Tomas Amema, moriscos naturales del reino de Aragón que en el lugar de San Vicente tierra del Duque de Alba en estos Reinos de Castilla, mataron siete hombre y mujeres que llevaban en su recua por robarles y saltearles como VM siendo servido podrá ver por la relación inclusa sacada del proceso y es así que los Regentes Doctores y Ministros de los Consejos Civil y Criminal del dicho Reino de Aragón no han querido cumplir la carta Requisitoria del dicho Alcalde ni prender ni remitir los dichos delinquentes so color de ciertos fueros que en ninguna manera se puede ni debe entender ni usar ni practicar en semejante caso. Suplica a VM que mande proveer de remedios para que la ejecución de la Justicia tenga su lugar y tan atroz y enorme delito contra Dios y contra los hombres no quede sin castigo cometido por tan infames y nefandos hombres mande al Vicecanciller y Consejo de Aragón de las Cédulas y provisiones necesarias para que los regentes Doctores y Chancillerias y Ministros de la Justicia de aquel Reino cumplan las ejecutorias del dicho Alcalde y entregando a sus ministros los dichos delinquentes porque así conviene al servicio de Dios y Vuestra Majestad.

Firmado y rúbrica.

Don Pedro Franquesa

Sobre el particular de las muertes de Alba, que se prendan y castiguen los delincuentes en Aragón si no se pudiesen remitir a Castilla.

El Señor Duque de Lerma por estar impedido de un corrimiento en los ojos me manda que de parte de VS Autoridad, diga a Vuestra Señoría que se su Ilustrísima será servido de que se de orden para que en Aragón se prendan los delincuentes contenidos en el memorial incluso del fiscal de Castilla y que siendo posible se remitan acá por ser el delito tan aleve y  cuando eso no se pueda se castiguen ejemplarmente en Aragón. Dios guarde a Su Señoría  como yo deseo a 4 de Septiembre de 1602.

Don Pedro de Franqueza (Rubrica)

NOTAS

(1)  “La trajinería era un oficio muy frecuente entre los moriscos castellanos…”RUBIERA MATA,M.J. .”El Islam cristianizado de los moriscos castellanos en época de Carlos V”.

“El oficio de trajinero era muy común en la Provincia de Albacete, incluso antes de la llegada de los moriscos. Este oficio y el comercio fueron propios de muchos de los moriscos (granadinos)que se asentaron aquí. “Moriscos en las tierras de Alarcón”.

“Uno de sus peculiaridades hacen que la población morisca de Hornachos se de a la arriería y la trajinería”. “Los moriscos de Hornachos.400 años de su expulsión”.

(2)  Algunos moriscos llevan como apellido el oficio que practican ellos y/o sus padres. Es el caso de Andrés Trajinero, morisco de Segorbe. La mayor parte de los términos castellanos relacionados con la arriería, tienen su origen en el árabe. Así los define Gismera Velasco, Tomas . “Arrieros, recueros, tratantes y muleteros en la Serranía de Atienza”:

Recuero: Derivado de la palabra árabe ráquba:  montura, cabalgadura.

También Elena Pezzi : “La profesión de arriero”: El empleo de los términos ¡Arre¡ del imperativo árabe ¡Harri¡ imperativo de hari´a: correr raudo.

También acémila, arreo, jaeces, albarda, ronzal y otras

(3)  Serafín de Tapia: “Las redes comerciales de los moriscos de Castilla La Vieja: un vehículo para sus complicidades”.

Describe Serafín de Tapia que los moriscos se resistían a trabajar para los cristianos viejos, entre otras cosas por razones de su seguridad, y la dificultad añadida que supuso la prohibición del oficio a los moriscos a raíz del Edicto de Gracia.

(4)  En algunas localidades morisca de Valencia como Betxí, los moriscos

acomodados ,(linajes de Malchic y Muni), deben su buena posición económica a la trata, cría e intercambio de ganado mular y caballar.

(5)  El clan de los Seyt en La Safor, Valencia, distribuye en toda Castilla y

Aragón el azúcar que producen en las huertas de esa comarca valenciana, mediante recuas de trajineros.

(6)  “Los moriscos introducían en el reino ( De Navarra) , aceite, zafrán, jabón sedas, paños, azúcar, confitura, conservas, higos, pasas, naranjas, arroz, avellanas, almendras y otras provisiones por no hacer en este Reino y a cambio sacaban hierro, ferraje, clavazón y metal” Informe del Licenciado Pedro Lope de Lugo en 1570.USUNARIZ,Jesús, M.

(7)  Tendero es Gonzalo Ponce, granadino residente en Huete (Cuenca), que

tiene en su tienda “de la plaza  de la mercaduría y de cosas de comer y de labor del campo.”. Y Luis Hernández, cuyo oficio es “llevar huevos a Toledo y tienen una tienda de mercancías”. Mas exótico es Diego Hernández, también granadino y vecino de Uclés, que tiene tienda en Rozalén “de pescado (SIC) y aceite.”. Ambrosio de Mendoza, morisco de Valladolid, que tiene tienda en la Parroquia de San Juan.

(8)  “Los mesoneros moriscos de Valtierra, alojaban a numerosos miembros de su raza, marchantes que pasaban a Borja, a Fréscano, de paso hacia Belchite, Almonacid o Calanda o incluso Valencia. Los tales mesoneros, según un vecino de Tudela, eran tenido por “malos cristianos y cree que viven en su ley y que hacen el ayuno del Ramadán como los demás moros”.

(9)  En 1568, la Inquisidores de Valladolid opinan que los mesones regentados por moriscos debían ser pieza fundamental en el mantenimiento de contactos entre las regiones. ”Las diversas prohibiciones destinadas a evitar que los moriscos no ejercieran este oficio cayeron en saco roto en la práctica.

(10)  Un tal Cosme Amema, morisco de Carlet, lleva el apellido del arriero de Almonacid, .Es también arriero y en la requisa de armas de 1563 se le decomisa una espada

(11)  Lope de Herrero, muletero de Deza, viajaba a Aragón  con libros prohibidos camuflados entre una carga de peras.

(12)  Las sociedades entre moriscos para llevar a cabo una empresa comercial son muy comunes. Antonio Nieto, morisco granadino se asocia con los moriscos de la familia Cordero de Arévalo y otro morisco, Casado, para comerciar entre Valencia, Medina del Campo, Medina del Ríoseco y Arévalo. Los moriscos de Oliva y Bellreguart en la Safor suelen formar sociedades para comprar y revender azúcar en Castilla.

(13)  El aspecto de los arrieros moriscos debió ser fácilmente reconocible: “Entraron dos mozos de mulas, al parecer andaluces, en calzones de lienzo, anchos jubones acuchillados de anjeo, su coleto de ante, dagas de ganchos y espadas sin tiros” (de Cervantes en la Ilustre Fregona)

(14)  Para hacerse una idea aproximada de la cuestión de las distancias que era posible recorrer en una jornada de viaje ,veamos los itinerarios de la expulsión de los moriscos aragoneses, trazados CON BASTANTE PRECISIÓN  por el propio Consejo de Aragón.

Los moriscos de:

La Puebla se dirigen a Alcañiz (5 Leguas), junto a los de Alcañiz viajan a Fórnoles( 4 leguas) y junto a estos siguen viaje ya fuera de Aragón hasta Peñarroya (4 Leguas)  TOTAL: 13 Leguas = 76 Kms.

Urrea se dirigen hasta Andorra (4 Leguas) y desde allí a Alcoriza (3 Leguas), para salir de Aragon por Alcoriza (4 Leguas).

TOTAL: 11 LEGUAS = 66 KMS.