Jaume Paxarico es un morisco que vive en la huerta valenciana en la localidad de Alaquás, es un hombre ilustrado pese a las apariencias de su oficio, sabe leer y escribir en árabe y valenciano y probablemente castellano. Copia reproduce el Corán y otros textos para sus convecinos y los de otras localidades. Es por lo tanto un objetivo prioritario para las actuaciones del Santo Oficio de la Inquisición. Apenas a 7 años de la Expulsión de los moriscos valencianos, sigue formando parte de la red de alfaquíes y dirigentes moriscos en la clandestinidad. Pagará con su vida la función que le ha encomendado su comunidad.Esta es la acusación y la sentencia del tribunal:
«Sentencia de muerte contra Jayme Paxarico,labrador, vecino de Alacuas, Valencia, por ser alfaquí. 30 de Junio de 1602.
AHN. Inquisición de Valencia, leg.552,num. 33. GARCIA BALLESTER, Luis: «Los moriscos y la Medicina». Barcelona,1984.
Antigua morería de Alaquás, Valencia, barrio en torno a la Iglesia.
» Y el dicho Jayme Paxarico, sabiendo leer y escribir en algarabía y comenzando a ser alfaquí, maestro y dogmatizador de la dicha secta de Mahoma, le había enseñado a acuchas personas de su casta y generación, juntándose con ellos y haciendo conventículos en muchas partes y casas así de la villa de Jarafuel como de otros lugares, con secreto y a puerta cerrada, leyendo el dicho Paxarico y otros alfaquíes con el libro de Alcorán, y enseñando como se había de hacer el guadoch, lavándose todo el cuerpo y partes de él,y después la çala vistiéndose camisa limpia, alçando y bajando la cabeza puesto el rostro a la alquibly diciendo el bismila y como se había de ayunar el Ramadán por trina días que duraba la luna, no comiendo ni bebiendo hasta salida la estrella y celebrar la Pascua de él, holgando y bailando, tañendo laúdes y dando caridad a los moriscos pobres, y haciendo todos los que se hallaban en las dichas juntas ceremonias para que el dicho reo y los demás alfaquíes viesen si las sabían y hacían según y como él se las había enseñado,y advirtiendo a todos que ninguno podía estar ni hallarse en las dichas juntas si no estaba retajado según rito y ceremonia de moros de que había resultado manifestarse y declararse todos que estaban retajados.
Página manuscrita de un Corán andalusí.
Y que también había tenido por oficio el dicho Jayme Paxarico trasladar libros del Alcorán y escribirlos de su mano en lengua arábiga para darlos y repartirlos entre otros cristianos nuevos para que mejor pudieran saber la dicha secta y usar y ejercer las dichas ceremonias.
Por nuestra sentencia definitiva declaramos su intención por bien probada y los susodichos haber sido herejes, apóstatas, mahometanos y haber caído e incurrido en sentencia de excomunión mayor, y estar della ligados y en las demás penas y censuras, por derecho e instrucciones del Santo Oficio contra semejantes delincuentes establecidas y los mandaremos relajar y declararemos la justicia y brazo seglar y en todo serle hecho entero cumplimiento de Justicia y juró en forma las dichas acusaciones.
COMENTARIO DEL AUTOR:
El caso de Jaume Paxarico es realmente espectacular. La fecha en la que se produce su procesamiento y posterior ejecución es 1602. Faltan apenas 7 años para que se produzca la expulsión y han transcurrido decenios desde que comenzara la caza y captura de los líderes religiosos musulmanes en toda la Geografía peninsular.
Estamos hablando de Alaquás, una localidad que apenas dista 9 kilómetros de Valencia capital, es decir una localidad a tiro de piedra de la sede Tribunal de la Inquisición valenciana, de la sede del Patriarca y sus visitadores, y lugar de paso de numerosos comisarios,recaudadores y otras autoridades cristiano-viejas.
No solamente Paxarico sobrevive a esta proximidad, sino que, como consta en el proceso, viaja continuamente ejerciendo su función de alfaquí, Imam y maestro de las letras árabes entre diversas comunidades y pueblos de su zona. De hecho el proceso menciona las visitas del morisco a Jarafuel, situada nada menos que a 110 Kms actuales por carretera de Alaquás.
En otro apartado, el proceso menciona que, como ocurre con otros alfaquíes, Paxarico no se limita solamente a mantener «algunos ritos residuales del islam» entre sus convecinos valencianos, es también un formador de nuevos alfaquíes, examinando doctrinalmente a aquellos que van a ejercer su función de tales. Lo que nos indica que la represión inquisitorial no solamente no acabó con los líderes religiosos moriscos tras la conversión forzada de 1522-25, sino que pasados los primeros años, la organización clandestina de los moriscos consiguió reconstruir esas funciones de dirección religiosa y política formando nuevos dirigentes.