Sebastián el Quagaci o el Gaci, morisco granadino de Oria, deportado a Socuéllamos, capitán en la guerra de las Alpujarras

Sebastián Elquagaci, natural de Oria, en el río Almanzora, del reino de Granada, vecino de la villa de Socuéllamos en el priorato de Uclés. Año 1574. El proceso inquisitorial de El Gaci, es extraordinariamente ilustrativo del impacto que supuso en numerosas villas y lugares de la Península, la deportación hacia Castilla de una masa de granadinos estimada entre 80.000 a 90.000 personas. La gran mayoría, formada por moriscos que no habían tomado directamente las armas, familias y pueblos enteros arrancados de sus alquerías y pueblos de Granada, Málaga o Almería, en un dramático viaje en invierno hacia lugares tan remotos como Zamora, Salamanca, y otras provincias de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva. Entre esa masa, está claro que se insertaron también, de manera clandestina y con la complicidad de sus convecinos, numerosos combatientes de la Guerra de las Alpujarras. Este es el extracto del proceso de Sebastian El Gaci:


Oria, Almería.

ACUSACIÓN:

  • Primeramente el susodicho,siendo como era de casta y generación de moros por la afición que tenía a la dañosa y maldita secta de Mahoma,se levantó junto con los moros que se rebelaron en el reino de Granada y con los que habían venido de Berbería y había andado en favor de ellos en la guertra contra los cristianos siendo capitán de cierta gente de su nación, y se había hallado en rebatos y escaramuzas y batallas en que habían muerto muchos cristianos.
  • Item que el susodicho se había hallado en matar y persuadir a que muchos pueblos moriscos se levantasen con él y los demás que andaban rebelados en el dicho Reino de Granada por fuerza y persuasiones que les hacían les atraían a su opinión diciéndoles que fuesen con ellos y serían moros como ellos.
  • Item que el susodicho con la dicha creencia y afición había dado industria, favor y ayuda para cautivar y había cautivado muchos cristianos, clérigos,seglares mujeres y niños y los había entregado a los moros poniéndolos en graves tormentos y que padeciesen como habían padecido crueles y terribles martirios y estar en peligro de perder sus almas,apartándose y renegando de nuestra Santa Fe Católica por ser personas flacas, mujeres y niños de tierna edad.


Socuéllamos, en Ciudad Real.

  • Item, que el susodicho como persona que había hecho y dicho creencias de la dicha secta de Mahoma, deseando ser adoctrinado en todos sus ritos y ceremonias, había procurado aprender y había aprendido a leer y escribir en arábigo y había tenido en su poder libros de la dicha lengua donde estaban escritas muchas oraciones y azoras de los moros y la forma en que se había de tener para guardar la dicha secta y lo había aprendido con otras personas y era de creer lo había enseñado a otras para que fueran moros como el dicho lo era.
  • Item, que el susodicho con la dicha afición y creencia aprobando los errores de la dicha maldita secta y creyendo que en ella se había de salvar, había hecho muchas veces el guado y la zala en la forma como lo hacen los moros y había ayunado el ayuno que dicen el Ramadán no comiendo ni bebiendo hasta la noche salida la estrella y había rezado oraciones y azoras de moros y otras ceremonias de la dicha secta.


Grabado de la Guerra de las Alpujarras.

Item, que el susodicho con la dicha afición y creencia secreta y ocultamente traía consigo una cierta moneda de plata en que había en ella letras y caracteres en lengua arábiga que decían ley lehe ele ala que aljamía querían decir que no hay otro Señor sino Dios solo, como lo decían los moros negando que Dios sea uno y Trino en personas, y traía dicha moneda por ser moro y para otros efectos que los moros suelen traer semejantes cosas y había sido fautor y encubridor de herejes porque a las personas que sabían que lo eran no los había manifestado en el Santo Oficio y se había perjurado muchas veces porque siendo preguntado con juramento había dicho no saber de sí, ni de otro cosa alguna mas de lo que confesado tenía siendo en contra de la verdad y era de creer y presumir había hecho y cometido otros muchos delitos de herejía y apostasía.

El fiscal pide relajación al brazo secular , es decir, a la hoguera y confiscación total de bienes.

Finalmente se le sentencia  a abjurar de vehementi, reconciliación, confiscación total de bienes, hábito perpetuo y a galeras por seis años.